Tuesday, April 29, 2014

Santos o Pecadores

No estoy tratando de aprovechar las circunstancias en que muchas voces se levantarán cuestionando o defendiendo la santidad de 2 Papas que durante sus pontificados les toco afrontar graves problemas dentro y fuera de la Iglesia y que unen en un hecho inusitado en la ciudad estado independiente del Vaticano a 4 personajes que caracterizan 4 estilos diferentes en una ceremonia de canonización en un  periodo relativamente pequeño del gobierno de la Iglesia Católica
donde además los protagonistas provienen de 4 países diferentes después de casi 500 años del dominio Italiano.
 El primero, de Juan XXIII “El Papa Bueno” quien recibiera de su predecesor acusado de nazista, una Iglesia que buscaba los cambios necesarios para enfrentarse  a los desafíos de los tiempos modernos de la postguerra. Con esta idea en mente, convoca al Concilio Vaticano II al que fueron invitados para aportar sus ideas aunque sin el derecho del voto, a muchos dirigentes y teólogos de diferentes denominaciones cristianas como Anglicanos, Luteranos, Protestantes y Evangélicas también por supuesto,  a Patriarcas Ortodoxos  y otras cabezas de grupos orientales que buscaban el reencuentro y la unidad con la Iglesia Madre y en el caso de la Ortodoxa, con su hermana a la que reconocen desde sus inicios como cabeza de la Iglesia  en la figura de su Obispo Pedro y sus sucesores. No todo parecía ser optimismo ante esta actitud renovadora de este Papa, Hubo dolorosas separaciones de grupos religiosos y parroquiales que seguían a sus pastores y abades que rechazaban muchas de estas reformas y que optaron por separarse de la Iglesia y continuar una Iglesia tradicional a la manera de la Iglesia en Francia del Obispo Lefebre.  Por otro lado, la resolución de buscar la Unidad con otros grupos, hizo nacer el movimiento Ecuménico que fueron descuidados por muchos de sus ministros, perdiendo gran cantidad de fieles que fueron atraídos por las ideas novedosas que presentaban muchos ministros protestantes y evangélicos que encabezaron muchos grupos nacidos de este movimiento, hasta que fueron separados por sus obispos del seno  de la Iglesia. Otra tragedia sucedió en muchos seminarios esparcidos por el mundo, en la que alumnos y profesores dejaron su vocación y sus hábitos aunque siguieron en muchos de los casos, perteneciendo a la Iglesia fungiendo como conferencistas y educadores de escuelas y colegios católicos. Del concilio salió también el clamor de una Iglesia preferencial a los pobres que los jesuitas se encargaron de dar forma mediante una teología de liberación de las clases oprimidas y que fuera retomada por muchos obispos Latinoamericanos y de otros continentes olvidados del tercer mundo, movimiento que fuera destruido por el cardenal Ratzinger durante el reinado de Juan Pablo II. Mismo que alentara a la Fuerza del Opus Dei a retomar esta acción, pero no evangelizando a las masas que ya conocen la pobreza y el desamparo, la opresión y la injusticia, sino a las clases empresariales en cuyas manos está el destino de millones de estas gentes.  Pero quizás la más grave tragedia que aun afecta a la Iglesia, se dio con el acercamiento a las logias que según palabras de Juan XXIII decía: “Demos una apertura a estos grupos que siempre se han mantenido alrededor de la Iglesia” y que al referirse al concilio exclamó: “Abramos nuestra ventana para que entre un poco de aire fresco” mismo que fue aprovechado por enemigos de la Iglesia para colocar durante el Pontificado de Paulo VI, a un arzobispo Norteamericano al frente de las finanzas del vaticano el cual  fuera manipulado por la poderosa Logia P2 para lavar dinero de la Maffia Italiana (de Milán) con grandes nexos en Estados Unidos que obligo a este Papa a quien se acusaba de pertenecer o estar muy cerca de esta maffia, a declarar la Banca Ambrosiana del Vaticano en quiebra, merced a las grandes presiones del gobierno masónico Estadounidense, por lo que yo agregaría que además de ser indiscutiblemente un Papa "Bueno y Visionario", Angelo Roncalli fue además un Papa Ingenuo de cuyo gobierno, su predecesor solía decir: “Si bien ha entrado un poco de aire fresco por la ventana de la Iglesia, también ha entrado por ella el humo de Satanás”. A la muerte de Pablo VI, fue electo Juan Pablo I, El Papa de la sonrisa, a quien la quiebra de la Banca Ambrosiana había afectado directamente en su curia y que venía dispuesto a tomar medidas drásticas en el gobierno de la Iglesia para corregir muchos de estos errores llegando a decir que si de ser necesario tuviera que vender muchos de los tesoros del Vaticano, lo haría sin vacilar para solventar estos problemas, cosas que no pudo realizar, merced a su sospechosa y nunca explicada causa de su muerte ocurrida durante la noche a solo 33 días de su Pontificado, después de haber cenado y platicado con un grupo plenamente identificado de jerarcas de la Iglesia sobre los que recaían gran parte de estos cargos de corrupción. Así fue como muchos de estos problemas, fueron heredados por Juan Pablo II, electo por un colegiado dividido en que sus participantes no confiaban del todo de un nuevo Papa Italiano, eligiendo después de muchos años,  a un Papa que en su presentación, a pesar de hablar el italiano, se disculpaba por no dominar esta lengua. Este Papa identificado por las profecías de San Malaquias como el papa de “Labore Solis”  “El Trabajo del Sol” que consiste en recorrer el mundo, fue indiscutiblemente un Papa viajero, plenamente identificado como un Papa Mariano a quien además se le identifica como el Papa que San Juan Bosco viera en su sueño, dirigiendo la Barca de la Iglesia, protegido por dos columnas emulando a las columnas erguidas en el Alto y el Bajo Egipcio faraónico, que tanto significado tienen en los Templos Masónicos pero que en este sueño  simbolizan la fuerza de la Iglesia mediante la figura Eucarística de Jesús símbolo de la unidad y la figura de María, símbolo de la fidelidad al Dios Trinitario. A él se debe en gran parte, la caída del bloque comunista en el mundo. predicho en los secretos revelados en Fátima, quien además de heredar todos estos problemas derivados del Concilio Vaticano II, poco se sabe la forma de cómo resolvió “milagrosamente” el pago de la deuda Vaticana reclamada por Estados Unidos y que fuera acusado también de su participación para ocultar los casos de pedofilia con que la Iglesia fue acusada de participar a través de muchos de sus jerarcas usando la justificación de medios para lograr los fines o dicho de otra manera, a mantener oculta la verdad para evitar lesionar la reputación de la Iglesia pero que lesionaría la vida de innumerables personas aunque esté comprobado que el verdadero origen de estas acusaciones, fuera la venganza por excluir nuevamente a las logias que aprovechando la ingenuidad y desinformación de los obispos a la apertura Vaticana, permitieron a muchos de sus miembros tanto laicos como religiosos e inclusive jerarcas de la Iglesia, a participar y unirse a estos grupos que hoy conforman las Logias Eclesiásticas incrustadas en la Iglesia en los que la curia Romana ha tenido gran participación y que sigue siendo uno de los más graves problemas a los que se enfrenta el actual Papa Francisco I. El periodo de transición llevado por su sucesor Benedicto XVI, fue un periodo en el que recayeron sobre de él, muchas de las acusaciones que como Inquisidor Mayor, se vio implicado y que al igual que al Cardenal Bernard Show hoy exiliado en el Vaticano bajo la amenaza de ser enjuiciado por su participación en el ocultamiento de los actos de pedofilia ocurridos en su diócesis, fue el primer blanco perseguido por las Logias a quien además identifican como el responsable de haber sido excluidas de la Iglesia en Estados Unidos por ser el encargado de la comisión que para este proposito designo el consejo de Obispos en Estados Unidos y que fuera avalado para ser excluidas de la Iglesia Universal a través del Cardenal Ratzinger, hoy enclaustrado o prisionero en la ciudad del vaticano para evitar acciones en contra de él, que lo mantienen amenazado por estos hechos que ya había sido descrita por Nostradamus al mencionar que el Papa renunciaría y seria puesto en prisión por el Anticristo después de que su sucesor fuera electo. Quienes miran el nombre de Francisco y la capa Jesuita a la que perteneció, no miran el simbolismo que envuelven su reinado. Los Franciscanos y Los Jesuitas Hoy, en la figura del Papa, simbolizan las dos fuerzas que en el pasado evitaron la destrucción de la Iglesia, Los Franciscanos que con su ejemplo catequizaron y convirtieron al cristianismo las fuerzas bárbaras y paganas que invadieron Roma persiguiendo y desestabilizando la silla de Pedro, que motivo su alejamiento con la Iglesia Ortodoxa y los Jesuitas, principales defensores contra un protestantismo que amenazaba con destruir y dispersar a la Iglesia eliminando su cabeza. Hoy no nos queda duda de que esta lucha se repite bajo diferentes  circunstancias en este Papa no del fin del mundo pero si del final de la era, cuyo nombre no es Pedro pero en el que su anillo ostenta no su nombre pero si el símbolo de las llaves de la Iglesia entregadas a este apóstol por su maestro y quien además es uno de los de negro (enunciado por Nostradamus) forma en los que se designaba a los jesuitas de su tiempo. El Papa Francisco toma las riendas de una Iglesia no dividida, pero si carcomida desde sus adentros por una Fuerza Eclesial que el Padre Gobbi relacionara con el Macho Cabrío identificándola con la masonería, apoderada de gran parte de la curia Italiana y expandida por todo el mundo, a través de otros jerarcas importantes que apoyados por este grupo, se hacían impunes y donde muchas de las quejas llegadas a Roma, se veían anuladas. Esta ceremonia donde se conjuntan los principales protagonistas de la era de la Iglesia moderna, reunidos en la Basílica y en la plaza de San Pedro, será una experiencia única en la historia bajo una ceremonia de canonización que simplemente significa el reconocimiento de la Iglesia por su vida ejemplar en el seguimiento de su maestro y que los coloca en el Salón de la fama de la Santidad que la Iglesia reconoce públicamente de una santidad inmensa de seres anónimos y a la que todos somos llamados por el maestro, siguiendo sus huellas en el andar de nuestras vidas, alimentando nuestro espíritu con sus palabras, anunciando el reino con nuestro ejemplo, y reflejando su amor en quienes nos rodean, confiando en nuestra inteligencia. Alentados en nuestra fe y sabedores de que él nos acompaña hasta el final de nuestras vidas. Después de todo, el Estado también reconoce héroes y villanos y les fabrica monumentos y los recuerda en sus calles y avenidas, en sus ciudades y pueblos y que elimina a sus villanos evitando recordarlos. En México tenemos varios, entre ellos al General Porfirio Días, quien peleara contra los Franceses durante la dominación de Maximiliano de Hasburgo, pero que irónicamente se refugió en Francia donde sus restos aun no merecen su repatriación a un México que durante su tiempo se mantuvo fuerte en su economía y en su peso y que a su exilio, sus bienes fueron saqueados y repartidos entre sus enemigos, dejando a su familia en la pobreza, a su Estado en manos de nuevos caciques y aun país dependiente de su economía del que el general al referirse solía decir: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.  Hoy en día la distancia no cuenta para el neoliberalismo que utiliza al humanismo como demagogia pero cuyos fines son sin lugar a dudas la riqueza para convertir a los ricos en más ricos y a los pobres en más pobres y que necesita de muchos nuevos héroes que hagan soñar  a las clases oprimidas, aunque sean héroes de películas o de personajes como en las novelas de García Márquez. Los Templarios vivieron esta tragedia, y sus cabezas sumisas como corderos fueron enviados a la hoguera siguiendo con ello, los pasos de su maestro, condenados por una Iglesia que hace Santos y Condenados, ejecutados por un Gobierno Civil o Monarquico que hace Héroes y Villanos y recordados por muchos de nosotros que seguimos soñando  que algún día uniremos nuestras fuerzas en un Temple cuya espiritualidad va más allá que todas sus riquezas y que mira en Jesús, el modelo de perfección que agrada al Padre. Por todo esto, el concilio continua, la Iglesia se fortalece, la fe se renueva, la esperanza se alienta y el amor se enciende, en una ceremonia única en su historia, contemplada además por millones de seres humanos esparcidos por todo el planeta que abrigan en su corazón, un mundo  lleno de amor, de justicia y de paz.   
Desde la soledad del Temple
Vicente de Houston
Un Marshall olvidad
"UBI AMOR IBI OCULOS"

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