Tuesday, April 29, 2014

EL ARMA SECRETA DEL TEMPLE

Como lo prometí en páginas anteriores, presento este capítulo de mi libro en proceso, “Militia Dei“ y como siempre lo hago, presento mis disculpas si es que los aburro o creen que los ofendo.


EL ARMA SECRETA DEL TEMPLE
Esa noche me avisaron que uno de mis oficiales, el caballero Arnoldo Badami, a quien había confiado misiones peligrosas contra asaltantes de caminos y cuyo valor había demostrado en numerosas ocasiones, fue reportado tomando en una de las tabernas más conocidas de Paris. Sabedores de que se resistiría a cualesquiera de los oficiales encargados de sofocar incidentes provocado por Templarios que disfrutaban de un tiempo libre para relajar su espíritu de las tensiones de su trabajo, me avisaron para que tomara las medidas pertinentes, por lo que tomé la decisión de ir personalmente por él. Ordené a dos de mi escolta que se despojaran de sus ropas de monjes guerreros y me acompañaran a recogerlo. Afortunadamente era de noche y aunque las calles se volvían peligrosas en esas horas, cabalgar siempre daba la ventaja. Los monjes tenemos votos de humildad, de pobreza, de castidad y de obediencia a nuestros superiores además de nuestro voto de fidelidad a la Iglesia y a su cabeza terrenal, el Papa; pero no por eso, dejamos de tener acceso en algunos placeres, pues para el Templario, todas las pasiones nacen del corazón, por eso para el Templario, sus votos son espirituales y están sujetos a la Ley del Amor, ya lo había dicho San Agustín, uno de los más grandes teólogos y pensadores de la Iglesia, “Hazlo con amor y haz todo lo que quieras”.  Tenía tiempo deseando incorporar al Caballero Badami, a mi escolta personal, pues además de valiente, era sumamente inteligente y bastante leal, pero los grandes problemas en provincia donde hombres como él, hacía mucha falta, habían postergado mis deseos. La taberna se encontraba iluminada y bastante animada, “Luz de Luna” se distinguía de otras, por su discreción, su excelente servicio y la calidad de sus productos, anexo a una posada en la que dormir en sus cuartos era una delicia  sin la presencia de prostitutas callejeras. Dejamos nuestras cabalgaduras en el establo y de inmediato reconocimos la de nuestro amigo que ya llevaba 2 días en ella. Aunque nuestra presencia no era la de unos monjes, nuestro aspecto y marcialidad inspiraban respeto, aun con nuestras espadas colgadas a nuestra espalda. Lugi estaba sentado solo, en una mesa arrinconada, había sido identificado como Templario debido a su espada de la que nunca un templario se separaba. Su aspecto no mostraba signos de embriaguez solo un rostro preocupado y pensativo. Ordene a mis hombres se sentaran en otra mesa  sin llamar mucho la atención y yo me dirigí a la de él. Afortunadamente solo había estado bebiendo vino que los templarios solíamos usar para relajarnos de las grandes tensiones y que gracias a su calidad, no nos producía somnolencia, en especial ese vino proveniente de nuestros viñedos tan popular y solicitado en toda Europa, algunos con uvas seleccionadas provenientes de viñedos importados del valle del Hebrón, de los que Jesús había tenido tanta preferencia, el favorito además de templos y monasterios que recibían grandes dotaciones para sus bodegas. Si bien, monjes de otras órdenes religiosas  han cultivado siempre sus vinos, el Temple ha procurado siempre la selección de sus cosechas  vendiendo sus excedentes a través de intermediarios. 
Al acercarme a su mesa, Arnoldo se incorporó, intentando saludarme militarmente, golpeando el pecho con la mano izquierda, saludo heredado por los romanos y que el Temple había adquirido para saludar a sus superiores cuando no se encontraban agrupados o en fila y solo se postraban flexionado una rodilla, ante la presencia del Papa y de su jefe superior, el Gran Maestre, a los cuales su juramente de lealtad y de obediencia eran sin reservas. Viendo como hacia esfuerzos para mantenerse de pie, no pude menos que sonreírme a la vez que con voz mesurada, le pedí permiso para sentarme a su mesa. Un mesero presuroso, se acercó para atendernos y le ordene una copa para servir un poco del vino de su mesa, a la vez que le pedía otra botella para mí y otra para la mesa de mis compañeros, así como un buen queso, un poco de pan y aceite de oliva preparado para remojarlo. Arnoldo quiso iniciar la conversación disculpándose torpemente a lo que le replique diciéndole “No vengo en plan de amonestación, únicamente estaba preocupado por ti y curioso por conocer la causa de tu conducta”. Conteniendo su ansiedad, empezó su relato. “Venia de recorrer los caminos costeros que unen Portugal, España y Francia, en  donde  me enteré de un inusual movimiento de Barcos con las insignias del Temple que atracaban en varios puertos donde les esperaban caravanas de carretas presuntamente manejadas por caballeros Templarios sin escolta.  Me extraño que siendo un cargamento para el Temple, no  hubieran pedido de nuestra protección, pero lo más extraño es que los mismos conductores solo seguían órdenes precisas sin conocer  detalles de los planes, los cuales eran secretos ya que algunos venían de monasterios alejados en las montañas donde se habían disfrazado de gitanos para evitar sospechas y solo a su llegada a puerto, habían cambiado sus ropas por las de Templarios, esto me lo confió, un amigo que reconocí y que se detuvo a charlar conmigo en el camino. Bueno, pensé, un Templario no pregunta, solo obedece y pensé que a mi llegada a Paris encontraría más explicaciones e incluso intente buscarte, pero me informaron que no estabas en la ciudad pero que posiblemente regresarías el fin de semana por lo que aprovechando mis días de descanso y opté por venir a esta taberna para reflexionar y descansar y la conclusión a la que pude llegar es que estábamos preparándonos para una guerra o persecución a escala en otros países. Me rehusé a ir a descansar por lo que los taberneros han de ver avisado al Temple de mi presencia al reconocerme por mi espada”. “Bueno”, le conteste, “vamos a tomar esta botella y a comer un poco de este delicioso pan con queso y volveremos a la Casa para descansar, ya que yo también lo necesito después de un viaje largo que hice, por la tarde nos sentaremos a charlar y te contare de todo lo que está sucediendo”. 
Al amanecer, regresaron a la Casa Mayor del Temple, los guardias reconocieron al Marshall saludándolo militarmente, inclinando la cabeza, con la mano izquierda en el pecho y con la derecha empuñando fuertemente su espada desvainada colocándola a un lado de su cintura. Sus escuderos atentos a su regreso, se apresuraron a recibir sus cabalgaduras mientras ellos se dirigían a sus celdas a descansar. El Marshall y sus acompañantes nunca eran cuestionados acerca de su asistencia a la liturgia de las horas, a diferencia de otros caballeros, pero bastaron unas cuantas de ellas para dormir y un refrescante baño para reponerse y estar listos para compartir con sus compañeros los alimentos del mediodía. El amplio despacho del Marshall, fue el elegido para la reunión privada con el caballero Badami, quien mostrando una presencia bastante incomoda, se acomodó en un enorme sillón mientras el Marshall lo hacía en una silla de alto respaldo.  Dos sirvientes se acercaron a ellos a los que el Marshall ordeno una jarra de aromático y espeso café  de indiscutible procedencia árabe  que les fue servido en una pequeña y bien decorada pieza de cerámica que los franceses habían aprendido a fabricar tomando los modelos de los moros. El oficial trató de disculpar su actitud, argumentando haberse sentido molesto por desconocer un plan que implicaba el tránsito de vehículos de carga, en caminos vigilados por él y sus grupos de subordinados. “Quiero disculparme contigo, Arnoldo, pero todo ha sido tan precipitado que no solo caballeros de nuestra entera confianza como tú, no hayan sido informados, sino incluso muchos de los que participan en estas maniobras, desconocen las verdaderas razones que motivaron a realizarlas de esta forma, ahora quiero que tú y tus grupos de vigilancia, se unan al grupo especial de Templarios que he estado formando para realizar estos planes que el Temple está llevando a cabo en el mayor de los secretos”. “Hace un año, fui convocado por el Gran Maestre para iniciar este plan, se trata de proteger los tesoros custodiados por el Temple ante una gran amenaza que se cierne sobre de él, utilizando un grupo elite donde la fidelidad y la obediencia además del valor y la destreza, vayan siempre unidas”. “Yo mismo estaba ignorante de esta amenaza, pues la milicia Templaria está abocada a los asuntos militares, dejando al Gran Maestre y Perceptores, la parte política y económica que es manejada por otras ramas del Temple”. “Ante la gravedad del caso, se me asignaron otros poderes en los que he sido enterado en detalle de la forma en que operan otras oficinas departamentales, tan independientes de la nuestra”. “Los oficiales encargados de ellas, han sido subordinados a la autoridad militar que yo represento, bajo algo que tú has acertado bien en tus deducciones, un estado de guerra en secreto a que el temple ha sido convocado”. “Es por eso que se me ha proporcionado una lista de valores y tesoros que el Termple custodia, de los lugares en que están guardados y de los posibles lugares donde podrían ser trasladados fuera del alcance de los conspiradores, todo esto en el mayor de los sigilos”. “El tesoro incluye objetos y documentos invaluables de otras culturas así como los archivos completos de la orden entre los que destacan gran cantidad de títulos de propiedad, otorgados por reyes y nobles, pero también existen grandes cantidades de joyas y metales preciosos pertenecientes a otros grupos como: catares, judíos, muchos señores de la nobleza y florecientes comerciantes de una nueva clase social que se avizora y que sería despojados de sus riquezas por el sistema dominante si no pusieran su confianza en el temple que protege no solo sus riquezas sino también su identidad”.  “Esta nueva clase emergente, habrá de proponer cambios drásticos en el sistema de gobierno actual por otro que garantice más sus intereses aunque para ello, tendrá que conquistar primero la iglesia, por lo que el Temple habrá de desaparecer o transformarse, originando la aparición de muchos grupos los cuales se tratará de mantener unidos no en su poder o riqueza sino en su espiritualidad”. “Yo mismo desconocía del arma mas poderosa del Temple que se conoce como “Oculis Dei” es decir, mirada de Dios y que está representada por un símbolo Trinitario dentro del cual está ubicado el ojo que representa la mirada escrutadoras de Dios”. “Esta oficina de inteligencia e información, es utilizada por el Gran Maestre y Perceptores, para adelantarse a muchos actos  y acciones cometidos por la inquisición, de los planes secretos de guerra utilizado por las monarquías en contra de algunos nobles y señores, de grupos y personas que han depositado sus riquezas con nosotros y también de muchas otras acciones que se llevan dentro de las monarquías para favorecer aquellos que han sido designados por el rey para sucederle en el poder y obligar a la Iglesia a ungirlos”. “Ahora ha sido el medio más valioso para enterarnos de la gran conspiración que el rey Felipe el hermoso está orquestando en contra del Temple, y quien cuenta además con una gran parte de la jerarquía eclesial, envidiosa del poder y la riqueza de un Temple totalmente fuera de su control”. “Empezaré por decirte  que la mayoría de las órdenes religiosas cuentan con grupos seculares o cofradías que se identifican con los valores espirituales de dichas órdenes y asisten a sus templos usando ropas o hábitos que les identifican con ellos”. “De estas cofradías, han nacido las terceras ordenes que no tienen la rigurosidad del claustro pero si algunos de sus votos”. “El Temple por el contrario, carece de sacerdocio propio y su vida está centrada en la milicia, sin embargo cuenta con muchos simpatizantes laicos  que buscan en la espiritualidad del Temple, la respuesta a su anhelado crecimiento espiritual”. “Este grupo lo constituyen principalmente personajes de la nobleza y sirvientes de ellos en las cortes y en sus casas así como muchos sacerdotes que sirven en las capellanías de la orden y que administran los sacramentos dentro de las grandes catedrales y centros del poder eclesial, pero sobre todo en aquellos grandes templos erguidos con la ayuda del Temple  donde estos cuentan con algunas influencias otorgadas por sus obispos”. “La forma en que el Temple opera estos grupos es la siguiente: primero, son reclutados por el Temple y solo aquellos propuestos por uno de sus miembros, son tomados en cuenta e investigados para su aceptación”. “Esta persona nunca sabrá quien lo propuso ni quien lo aceptó, por lo que entre ellos nunca se reconocen entre sí, ni aún por las personas que lo propusieron, pues nunca son entrados de los resultados además de que les está prohibido indagar”. “Con la edificación de grandes Catedrales, el Temple  ideó los confesionarios para administrar este sacramento y se construyeron de tal forma que el confesor nunca pudiera saber la identidad de sus penitentes, ni éstos la de él”. “Las pequeñas parroquias con pequeños templos Mercedarios son los favoritos donde estos se reúnen en pequeños grupos, desconociendo quienes son entre sí, los advocados al Temple”. “Allí reciben preparación espiritual y usan una pequeña prende en su pecho a manera de escapulario con el escudo de armas de esta orden religiosa que ostenta la cruz Templaria y venera a la virgen Reina y al niño Rey en su advocación de La Virgen de la Merced, que es venerado por los Templarios en diferentes advocaciones con la misma figura y que ocupaban un lugar de honor en las grandes catedrales muchas de las cuales tomaban sus nombres de ella”. “Está por demás decir que ésta orden religiosa, está muy ligada en su espiritualidad a la del Temple”. “Su fundador Pedro Nolasco, era originario de Barcelona y en sus votos está el pagar por prisioneros de guerra cautivados por el Islam ubicado en costas africanas por lo que cuenta con la ayuda secreta del Temple que aún tiene grandes influencias con los moros y que además, en secreto continúa realizando grandes intercambios de tesoros y reliquias con ellos”. “Volviendo a la información de los confesionarios, tanto sacerdotes como feligreses, han sido aleccionados para llevar a cabo un dialogo inicial que de ser realizado a satisfacción de ambas partes, se da paso a la información verbal fuera del sacramento de la confesión y al final, se concluye con dicho sacramento, bajo la advertencia de que la absolución de sus pecados, no será considerada por Dios si incurrió en faltas a la verdad”. “Un monje del “Oculis Dei” esperara pacientemente su turno al final de los confesantes y recibe la información directa del sacerdote, misma que llevará a sus oficinas para empezar a corroborarla y ampliarla para presentarla a sus superiores”. “Así fue como supimos de la conspiración contra los catares, contra los judíos, contra muchas ordenes terciarias que no solo practicaran la pobreza en rigor, sino además criticaban a la Iglesia y a muchos otros grupos y personas que fueron turnados a la inquisición y que el Temple ayudó, salvaguardando muchas de sus riquezas y mantuvo muchas de sus propiedades argumentando que estas pertenecían al Temple por deudas que tenían con ellos”. “Nunca hemos usado ni la violencia, ni el chantaje ni la seducción para obtener información y si se ha incurrido en algunas prácticas censuradas por la moral cristiana, estas se han llevado acabo, utilizando la caridad para salvaguardar la seguridad de algunos familiares de las víctimas,  pagando en metal por sus propiedades en lugares seguros donde podrían disfrutarlos”. “Gracias a esta fuerza integrada principalmente por damas y doncellas de la nobleza y de algunos sirvientes menores y sacerdotes, hemos podido constatar de la realidad de esta conspiración, así como de las acusaciones que se pretenden levantar en contra nuestra”. “Nunca hemos discriminado a nadie por su religión, ni por su ideología, antes bien, compartimos en secreto muchos de sus conocimientos a través de nuestros grupos de investigación, pero nunca hemos practicado la hechicería, ni la sodomía, ni nada abominable que ofenda la pureza de nuestra orden y nuestra fe en Dios, bajo su Ley Divina fundada en el amor, por lo que las acusaciones inventadas por el rey y los inquisidores con las cuales pretenden eliminarnos, nos parecen  absurdas y confiamos en la ayuda del Papa para desbaratarlas pero en caso contrario, gran sorpresa se llevaran nuestros acusadores al no encontrar las riquezas que esperan encontrar”.
Continuara…

Muchos criticaran mi fantasía por no estar mis escritos basados en datos científicos de investigación, pero no carecen de lógica, ciencia fundamental en el desarrollo de la inteligencia, aunque esta sea la más escéptica para aceptar la información que nos llega de este universo compuesto de información y que en lo personal, desconozco como funciona cuando se nos transmiten cosas fuera de nuestra experiencia y percepción individual, pero que yo disfruto y acepto y con gusto comparto lo que estas fuentes de luz me enseñan  a través de sueños y locuciones interiores que me hacen vivir muchos de los capítulos que escribo aunque esto sean rechazado por una conciencia colectiva. Quiero enfatizar en estas páginas, la gran admiración que siento por este grupo compuesto principalmente por mujeres, auténticas guerreras Templarías, cuya espiritualidad estuvo siempre ligada a la del Temple, y aunque algunas veces compartieron  la espada para defender al cristianismo en medio oriente, nunca les hizo falta la espada para defender la causa del Temple durante su regreso al continente y representan el arma más temible de nuestra orden, para llevar a cabo sus planes de transformación a un futuro más allá de nuestro estado actual de guerra.
Desde la soledad del Temple
Vicente De Houston
Un Marshall olvidado
“UBI AMOR, IBI OCULOS”

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